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¿Es el enjuague bucal realmente necesario? Mi experiencia después de 5 años usándolo

junio 22, 2024

Índice

1️⃣ ¿Es imprescindible o solo un extra en la higiene dental?
2️⃣ ¿Para qué sirve el enjuague bucal? (Más allá del aliento fresco)
3️⃣ Precauciones en el uso del enjuague bucal
4️⃣ ¿Es realmente necesario o el cepillado es suficiente?
5️⃣ Tipos de enjuagues bucales: ¿Cuál elegir?
6️⃣ Mi experiencia usando enjuague bucal durante 5 años
7️⃣ Conclusión: ¿Deberías incluirlo en tu rutina?


¿Es imprescindible o solo un extra en la higiene dental?

Si te preguntas «¿de verdad necesito usar enjuague bucal?», no estás solo. Muchas personas lo ven como un paso esencial en su rutina, mientras que otras creen que es simplemente un producto comercial que no aporta mucho.

Yo también me hice esa pregunta hace unos años. Llevo usando enjuague bucal casi a diario durante 5 años, y aunque no creo que sea una herramienta milagrosa, sí noto la diferencia cuando lo uso y cuando no.

De hecho, hubo un tiempo en el que lo dejé de usar y noté que mi aliento no duraba fresco tanto tiempo. No era un cambio drástico, pero sí lo suficiente para darme cuenta de que el enjuague bucal estaba haciendo algo.

En este artículo te cuento lo que he aprendido tras estos años de uso, cuáles son sus beneficios reales y si realmente vale la pena incluirlo en la rutina diaria.


¿Para qué sirve el enjuague bucal? (Más allá del aliento fresco)

El enjuague bucal no solo es para que la boca huela bien. Tiene más funciones que muchas veces pasamos por alto. Aquí te dejo las principales:

1. Llega a donde el cepillo no puede

No importa qué tan bien te cepilles, siempre quedan rincones en la boca a los que el cepillo simplemente no llega bien. Espacios entre los dientes, la lengua, las encías… ahí es donde el enjuague hace su trabajo.

Desde mi experiencia, esto es lo que más me gusta del enjuague. Después de usarlo, siento la boca más limpia, como si hiciera un “barrido final” después del cepillado.

2. Mantiene el aliento fresco por más tiempo

Este es el beneficio más evidente. Aunque un buen cepillado ayuda mucho, el enjuague bucal prolonga esa sensación de frescura.

Cuando dejé de usarlo un tiempo, noté que mi aliento no se mantenía fresco tantas horas. Volver a incluirlo en mi rutina solucionó el problema casi de inmediato.

3. Protege contra caries y refuerza el esmalte

Algunos enjuagues contienen flúor, que ayuda a prevenir caries y fortalecer el esmalte dental. Aunque no todos lo incluyen, si buscas una mayor protección, elegir un enjuague con flúor puede ser una gran ventaja.

Personalmente, no me obsesiono con este punto, pero si sé que uno tiene flúor y otro no, prefiero el que lo tenga.

4. Reduce la inflamación de encías y previene problemas bucales

Si alguna vez has sentido las encías sensibles o inflamadas, es probable que necesites un enjuague con agentes antibacterianos.

Yo no tengo grandes problemas de encías, pero sí he notado que cuando uso enjuague de manera constante, mi boca se siente más protegida y mis encías más sanas.

Precauciones utilizando el enjuague bucal

Hay que tener cuidado con no utilizarlo demasiado, debido a que puede alterar la fauna bacteriana de la boca y no hay que tragarlo. También hay que tener en cuenta que algunos enjuagues bucales que tienen mucho porcentaje alcohol pueden tener algún efecto negativo.


¿Es realmente necesario o el cepillado es suficiente?

Aquí está la gran pregunta: ¿se puede tener una buena higiene bucal sin enjuague?

Sí, se puede. Si te cepillas bien y usas hilo dental todos los días, probablemente no lo necesites tanto. Pero en la práctica, no siempre nos lavamos los dientes con la misma dedicación.

A veces tengo días en los que me cepillo rápido porque voy con prisa. En esos casos, usar enjuague me da la sensación de que compenso un poco lo que el cepillo pudo haber dejado atrás.

Por eso creo que, aunque no sea obligatorio, sí es un complemento útil.


Tipos de enjuagues bucales: ¿Cuál elegir?

Si alguna vez te has parado frente al estante de enjuagues en el supermercado, sabrás que hay bastantes opciones. Aquí te dejo una guía rápida en función de sus características para que sepas cuál te conviene más.

Con o sin alcohol

  • Con alcohol: Dicen que mata más bacterias, pero puede resecar la boca.
  • Sin alcohol: Más suave y no deja sensación de sequedad.

Yo prefiero los sin alcohol, porque los que tienen alcohol me dejan la boca demasiado seca.

Con flúor o sin flúor

  • Con flúor: Protege contra caries y fortalece el esmalte.
  • Sin flúor: Más naturales, pero sin esa protección extra.

Marcas comerciales o alternativas naturales

  • Listerine, Colgate, etc.: Fórmulas específicas para distintos problemas bucales.
  • Opciones naturales: Algunos usan bicarbonato o aceites esenciales.

Probé Listerine por un tiempo y me fue bien, pero no me caso con ninguna marca. Lo que sí recomiendo es probar distintos tipos hasta encontrar el que mejor te funcione.


Mi experiencia usando enjuague bucal durante 5 años

Después de tanto tiempo usándolo, esto es lo que he aprendido:

Lo uso solo una vez al día, y con eso me basta.
Prefiero los de menta porque dejan una sensación más fresca.
Hago gárgaras unos segundos antes de escupirlo.
Si dejo de usarlo por varios días, noto que mi aliento empeora.

No es que sin él la higiene bucal sea terrible, pero sí noto la diferencia cuando lo uso de manera constante.


Conclusión: ¿Deberías incluirlo en tu rutina?

Si ya tienes una buena rutina de cepillado e hilo dental, probablemente no lo necesites tanto. Pero si buscas un extra de limpieza y frescura, vale la pena incluirlo.

Lo más importante es que encuentres el enjuague adecuado para ti y lo uses bien. No hace falta enjuagarse con él cinco veces al día, pero una vez al día puede marcar la diferencia.

Después de cinco años usándolo, para mí sí es necesario, pero cada persona debe decidir si le funciona o no. Lo mejor es probarlo durante un mes y evaluar si notas la diferencia.